COMENTARIO

 

COMENTARIO

El próximo Oriente” es una divertida y entretenida comedia en donde se conjuga una trama amorosa, convención casi de rigor en este género, con otros temas que aportan a la película un tono más singular y original: el mundo de la inmigración, con todo el abanico que se proyecta al tratar un tema de esta amplitud, esto es, la convivencia multicultural en el Madrid actual.

Es en el barrio madrileño de Lavapiés en donde básicamente se desarrolla la película. Éste actúa como centro neurálgico en el que confluye todo un movimiento migratorio de “inquilinos” que proceden de los más variados países, y aportan a esta zona una  diversa y pintoresca morfología comparable a la de otros barrios de ciudades consideradas tradicionalmente cosmopolitas y coloristas como Londres, París o Nueva York.

Si bien en el filme se deja entrever como telón de fondo una multiplicidad racial y cultural: sudamericanos, negros, árabes…, se va a centrar en la comunidad musulmana, con el fin de mostrar al espectador que los practicantes de esta religión se alejan del integrismo fanático y sectario propio de  algunos sectores tan conocidos y censurados por nuestra sociedad occidental. El director toma partido por una comunidad y una religión que en los últimos años y, debido a diversas circunstancias, ha sufrido un desmedido desprestigio. Asume como deber moral el reconocer y restaurar la dignidad de una comunidad dañada y vapuleada en occidente. De este modo, no duda en realizar una inversión de términos, y que sea el protagonista masculino, autóctono y presumiblemente católico el que adopte la religión y costumbres musulmanas de su futura y foránea esposa.

No queda todo en esto. Caín, el susodicho protagonista, una vez que abraza la religión islámica reflexiona acerca de ciertos aspectos asociados al mundo musulmán, como el uso del velo, la abstinencia del consumo de carne de cerdo, mostrando con una lógica simplista e incluso cómica que los razonamientos para dichos usos son válidos y coherentes. Tampoco va a ser el único español que simpatice con esta religión, así Cristóbal/ Abdul profundizando en temas considerados por él como transcendentales y filosóficos abraza también el Islam, y consigue atraer la simpatía y el amor de Milagros, la carnicera jefa de Caín, que en un principio se había mostrado reticente a todo lo extraño a sus propias costumbres.

Pero no sólo nos vamos a encontrar con estos “planos invertidos”. Caín, el bueno de la película, desposará a Aisha, embarazada  de su hermano Abel, el malo. Por otra parte, Aisha, enamorada al principio de Abel, irá perdiendo interés por dicho seductor gracias al cariño y apoyo que le brinda Caín y éste a su vez descubrirá que su nueva familia tapará el vacío existencial que hasta entonces había sentido.

En un segundo plano, y ,sin embargo, no menos importante, nos encontramos con un grupo de peruanos: de él echará mano Caín para resolverle ciertos problemas: servirle primero como músicos en la boda, después para realizar las obras en el restaurante y por último para desembarazarse de Abel. Con todas estas actuaciones el grupo sudamericano se manifestará ante los ojos del espectador como un colectivo amable, simpático, leal y agradecido para el “pueblo”  (singularizado en la figura de Caín) que lo acoge.
El tono amable y ligero de la comedia hace que no se aborden los temas más delicados de la inmigración, sobre todo los prejuicios que genera el Islam en Occidente o, al contrario, sean tratados con cierto tono conciliador. Es curioso que el hijo que nace en el seno de una familia mixta reciba el nombre de Adán, símbolo  casi universal del primer hombre.

Para concluir, señalar que es posible acercarse a otras culturas y aceptarlas partiendo de un principio básico social: el interés por la reconciliación e integración de los pueblos, haciendo incapié en cómo la música del filme sirve coo catalizador de ello.  

 

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