COMENTARIO

 

COMENTARIO

El 85% de la población en Kautokeino, que se encuentra en la extensa región de    Laponia (Noruega), tienen el sami como idioma nativo, y un tercio de la gente trabaja con los renos, que son también la principal industria. La climatología es adversa, pero los ciclos solares animan a conocer una tierra donde el sol no se oculta durante cinco semanas en verano, y no se levanta durante seis semanas en invierno.

La cultura sami es intensa y auténtica incluso en la sociedad moderna de hoy en día. El famoso Festival de Pascuas en Kautokeino es un evento anual con tradiciones históricas. La Pascua era tradicionalmente la época del año en que los sami, de todas partes de la región de Sami, se reunían en la capital del reno, Kautokeino. Se celebraba el final del un largo, frío y oscuro invierno, y todos participaban en los festejos religiosos y la temporada alta de bodas.

La película comienza con la imagen de dos reos que son traslados en carros a su destino final (morir a manos de un verdugo) ante la atónita y suplicante mirada de decenas de personas.

Elen no es solamente una mujer sami que trabaja cuidando su rebaño de renos, es la auténtica protagonista de la historia; se trata de una mujer dura y justa que lucha por el bienestar de su familia y de todo un pueblo que vive bajo la opresión de Ruth, un hombre sin escrúpulos que pretende enriquecerse distribuyendo provisiones entre los habitantes de este inhóspito lugar, a cambio de sus cabezas de ganado.

Utilizando la técnica del  flashback, Elen nos narra con todo lujo de detalles los terribles sucesos que tuvieron lugar en la ciudad de Kautokeino a mediados del siglo XIX. Mujer inteligente donde las haya, enseguida se da cuenta de las tremendas injusticias sociales a las que su pueblo se ve sometido.

Pero la lucha no va a ser fácil. El Estado y la Iglesia se unen. La supuesta sociedad civilizada noruega pretende seguir ultrajando a este humilde pueblo enviando a un nuevo pastor (sacerdote). Este será el encargado de difundir desde el púlpito una serie de ideas contrarias a los intereses de los samis.

Los enfrentamientos entre Elen y las autoridades son continuos, y como espectadores enseguida presentimos el terrible final al que están avocados estos bravos personajes con pies de barro. El climax de la historia se va construyendo poco a poco, escena a escena. Con la muerte del tabernero y su ayudante a manos de Alask y Mons, ese destino fatal que ya estaba escrito queda latente y plenamente justificado.

Es también digno de mención el claro paralelismo que se aprecia a lo largo de la película entre el pastor Stockfleth guiando a sus siervos hacia el caos y la tragedia, y Elen, pastora que cuida de su ganado y que es incluso capaz de enfrentarse a una manada de lobos con la sola ayuda de un palo.

La escena en la que los reos afrontan su muerte es especialmente estremecedora. Se ajusticia a los dos cabecillas del levantamiento en nombre de Dios. Aslak y Mons son dos ovejas descarriadas que han abandonado el rebaño a ojos de la Iglesia, cuando, paradójicamente, sólo luchan por mantenerlo vivo. De ahí su total rebeldía y su actitud contraria al arrepentimiento de sus pecados justo antes de ser ejecutados.

La película termina con una imagen de Elen contándole a su hijo toda la historia 17 años después. La lectura que ella hace de todo lo ocurrido es que estos dos hombres no dieron sus vidas en balde, su sacrificio no fue en vano. Ellos murieron con la esperanza de que las cosas cambiarían y ese sentimiento debe perdurar en los corazones de todos los samis.

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