LA POLITICA DE INMIGRACIÓN CERO O DE PUERTAS CERRADAS

Desde 1973 y más específicamente desde 1985 (acuerdos de Schengen) la Unión Europea viene restringiendo la entrada de inmigrantes. Se defiende una poltica de "inmigración cero" que no permite la entrada de más trabajadores procedentes del espacio externo a la Unión. La entrada legal solamente se contemplaba en casos de reagrupamiento familiar.

Se elimina la competencia de la mano de obra extranjera a la hora de acceder a un puesto de trabajo.

Se impide la contaminación y la deformación de la cultura propia del país.

La ausencia de extranjeros impide los brotes de conflicto racista o xenófobo.

 

Esta política no detiene la llegada de inmigrantes, sino que simplemente contribuye a deteriorar las condiciones de vida de los que llegan, que carecen por ello de estatuto legal.

El envejecimiento de la población autóctona y el rechazo a determinados trabajos lleva a muchos empresarios a recurrir a los "sin papeles", lo cual provoca serios problemas:

Repercute muy negativamente en esos trabajadores, que ven aumentar su explotación, carecen de los mínimos derechos (sin seguro medico, sin prestaciones sociales, sin derechos a negociar su jornada de trabajo o su salario) y viven en condiciones penosas.

Presiona sobre las condiciones de trabajo de los nacionales en la medida en que hay personas dispuestas a trabajar en peores condiciones y por menos dinero.

Fomenta la existencia de mafias dedicadas al trafico de personas, lo cual acrecienta la criminalidad.

El cierre de fronteras resulta muy costoso, tanto desde el punto de vista de los derechos humanos, como desde el punto de vista económico al tener que destinar a muchas personas a controlar las fronteras, regentar centros de internamiento y acogida, asistencia medica, social, gestión de expulsiones, etc.

Esta política está actualmente en periodo de revisión y la propia Comisión Europea ha publicado una directiva que anuncia un nuevo enfoque de los asuntos migratorios. En esta directiva se habla de:

Acabar con la inmigración cero.

Regularizar a los trabajadores que están en Europa y carecen de papeles.

Desarrollar nuevas contrataciones de trabajadores a través de permisos de temporada.