Juan Martínez Silíceo (1477-1557)
Juan Martínez del Guijo Muñoz, extremeño, hijo de labradores pobres, logró, mediante sus
estudios religiosos, alzarse con la sede primada de España de la mano del emperador Carlos V, en
1546. Sustituyó su segundo apellido por el de Silíceo e impuso los estatutos de limpieza de sangre
en el cabildo de Toledo en 1544, siendo decisivo para su instauración en otros muchos lugares. Para
vencer la resistencia de los detractores de la limpieza de sangre, entre otros de los jesuitas, Silíceo
recopiló gran cantidad de escritos y documentos antijudíos como el crimen ritual del Santo Niño de
la Guarda, la revuelta comunera, el fomento del luteranismo en Alemania. Según él, los conversos,
ayudándose entre ellos, conspiraban en todas partes y pretendían desbancar a los cristianos viejos.
Entre los documentos que Silíceo hizo circular figura uno de singular importancia. Se trata de una
supuesta carta que “Los Príncipes de la Sinagoga de Constantinopla” dirigieron a los rabinos de
Zaragoza, contestando a la consulta de éstos sobre la actitud a adoptar ante el decreto de expulsión
de 1492.