Francisco de Goya, considerado “el padre del arte moderno”,
hombre ilustrado y crítico radical de la Inquisición, abordó en varias
ocasiones el tema en su magna obra. La Inquisición mandó comparecer a
Goya ante sus tribunales por haber pintado las Majas y los Caprichos,
pero curiosamente el asunto fue sobreseído gracias a la intervención de
un personaje poderoso, quizá el Cardenal don Luis de Borbón o, en
último término, el propio Fernando VII, con quien el pintor no mantenía
muy buenas relaciones, todo sea dicho
Auto de fe de la Inquisición (también llamado Tribunal de la
Inquisición) es un óleo sobre tabla de pequeño formato que pintó
Francisco de Goya entre 1812 y 1819. El auto de fe se celebra en el
interior de una iglesia. Varios reos encorozados y en actitud sumisa
son sometidos a un proceso ante la presencia de numeroso público.
Todos los personajes del primer término aparecen individualizados, bien
caracterizados en el desempeño de su papel, mientras que el fondo lo
ocupa una masa anónima encuadrada por una arquitectura gótica y una
atmósfera claustrofóbica.
Óleo sobe tabla (1815-19). Museo: Real Academia de Artes de San
Fernando (Madrid). Características: 46 x 73 cm.
En cuanto a la composición, Goya divide la tabla en dos zonas de luz
contrastadas. Por un lado el de los procesados y los inquisidores, que
se sitúan en primer término. En penumbra, al fondo, la muchedumbre que
asiste al auto de fe está desdibujada, lo que la presenta como un todo
informe.
LOS GRABADOS
Los grabados de Francisco de Goya son una fuente muy importante para
conocer la personalidad del artista ya que al no ser obras de encargo
pudo expresar con total libertad su crítica a la sociedad española en
la que vivía inmerso y, al mismo tiempo, experimentar técnicas como el
aguafuerte y aguatinta, que le permitieron mejorar su trabajo como
creador.
Los grabados tienen una dimensión didáctica. Goya sabía de su
importancia como medio de difusión de ideas al pueblo, por ello expuso
en ellos los defectos de la sociedad para que sirvieran de enseñanza.
Las series más importantes de grabados son Los Caprichos, Los Desastres
de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates. En Los Caprichos,
realizados entre 1793 y 1796, siendo publicados en 1799, fueron
ejecutados mediante la técnica del aguafuerte y la aguatinta y constaba
de 80 estampas. En estos grabados el artista hace hincapié en los males
de la sociedad española, criticando tanto la religión, la nobleza, la
educación o la prostitución. Evidentemente esta fuerte crítica social
no podía ser permitida por los altos estamentos y le trajo problemas al
artista al intervenir la Inquisición por lo que decidió regalar las
planchas y los grabados que no habían sido vendidos a Carlos IV, a
cambio de una pensión para su hijo.
La primera parte del famoso refrán "Aquellos polvos trajeron estos
lodos" sirve a Goya para hacer referencia a un juicio de la
Inquisición, presentando al acusado con el capirote del sambenito
escuchando la sentencia con la cabeza gacha. Los asistentes al auto de
fe se vislumbran bajo la tarima del acusador. La dilatada presencia del
Santo Oficio en España sirve de crítica en numerosas ocasiones a los
ilustrados, encontrando este tema incluso en las Pinturas Negras..
Será la Inquisición la que sufra el envite crítico de Goya en esta estampa. La mujer acusada lleva un gorro y va montada en un burro, acompañada de los oficiales inquisitoriales. La muchedumbre, en sombra, avergüenza a la mujer. El maestro aludiría a la desigualdad social y la corrupción de los poderosos, quienes por delitos similares al de esta condenada, no sufren igual humillación. La pobre mujer no tendría más remedio que ser exhibida públicamente, mientras otros se guardaban de sus culpas.