JOSÉ MARÍA URÍA Y URÍA

(Oviedo 1861-Vigo 1937)

 

Discípulo de Antonio Fernández Cuevas, cursó estudios en Madrid en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Posteriormente consiguió una beca para ampliar su formación en Italia, circunstancia que era  frecuente en los pintores de tendencias naturalistas de fines del siglo XIX. Concurrió con sus cuadros a las Exposiciones Nacionales, en las que obtuvo diversas medallas.

 

Pintor de estilo figurativo realista, cultivó distintos géneros pictóricos:  el historicista, del que son ejemplo títulos como El Príncipe D. Carlos y el duque de Alba, Lope de Vega en el cementerio o El campo de San Francisco: primer grito de independencia (1808), el costumbrista o regionalista, con obras como el Baile de vaqueiros, La esfoyaza, por citar dos ejemplos. No fue insensible a los problemas sociales que provocaban el atraso del campo y la emigración, ¿Será Pin de Rosa?, o los derivados de la industrialización en Asturias, con  cuadros como Taller de forja,  Después de  la  huelga (la muerte de un obrero tras la represión de un conflicto laboral), Bautismo de fuego  (el trabajo de los niños)...

 

 

¿Será Pin de Rosa?

 

CONTEXTO HISTÓRICO: la  economía asturiana es por esos años atrasada, en especial la agraria (minifundismo, autoconsumo, deficiencia  tecnológica y escasa aplicación de procedimientos científicos en métodos de cultivo y cría de ganado, ...). La actividad industrial estaba ligada a la minería del carbón y a la siderurgia; solamente Avilés y Gijón tenían en su entorno un cierto tejido industrial. Las villas marineras por su parte contaban con las industrias de conservas de pescado. El atraso del campo fue el factor que determinó la mayor emigración interior y exterior, orientada desde  finales del XIX y principios del XX hacia América. 

SOPORTE: lienzo.

TÉCNICA PICTÓRICA: óleo.

TEMA:  la vuelta del indiano.

CONCEPTO: figurativo-naturalista.  

ANÁLISIS: nos encontramos con una escena al aire libre, donde un grupo de campesinos observa a una persona que gesticula en la distancia. La perspectiva es tridimensional aérea. Las figuras tienen volumen. Una intensa luz natural baña el paisaje, los campesinos se resguardan bajo la densa sombra de un frondoso árbol. Sus rostros perfectamente individualizados están curtidos por el sol y la vida al aire libre. El tratamiento psicológico nos presenta rostros llenos de sorpresa, de expectación, de incredulidad. Las ropas que visten son de telas bastas, los pliegues son naturales, complejos, plásticos. Como contrapunto se aprecia la  indumentaria impecable del indiano en la lejanía, traje blanco, sombrero...

Dos mundos se ponen en contacto en este instante, el tradicional, el del campesino que sigue trabajando la tierra como hace siglos y vive en condiciones de pobreza  y el del progreso, el del emigrante, el indiano, que regresa para hacer ostentación del triunfo, de  riqueza..

 

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